jueves, 28 de abril de 2011

UN GUERRERO CON ANGEL EDUARDO PIÑA

ALEJANDRA MUÑOZ MARTINEZ
Sueños

Cuando llega a nuestra vida el inminente reto de continuar pese a las dificultades propicias de nuestra situación al principio el mundo se cierra y el dolor y la impotencia nos confunden a tal extremo que es difícil encontrar un lugar o un espacio en el cual podamos ser completamente libres y donde no existan limitaciones ni físicas ni emocionales
lo anterior es tan importante como la respiración, puesto que es casi inevitable que al tener nuevas necesidades y depender de otras personas para cubrir algunas de nuestras necesidades básicas el cansancio y la frustración se apoderen de nuestro pensamiento y la tristeza o el mal genio se hagan presentes incluso sin motivo aparente

Podemos tener este anhelado espacio en cualquier lugar y en cualquier momento a través de los sueños, pero no solamente en los sueños que se tienen al dormir sino también en esos momentos en que estamos solos descansando un poco o incluso acompañados mientras los demás realizan alguna otra actividad, en esos pequeños ratos dejando volar la imaginación y que nuestra mente se encargue de llevarnos a otro lugar donde es posible caminar sobre frescos pastos o suaves arenas en los cuales los pies no encuentran ningún obstáculo para moverse y la fuerza en las piernas nunca se acaba, un lugar maravilloso en donde no hay dolor ni tampoco preocupación alguna lo que nos permite incluso disfrutar el momento en compañía de la familia, de la pareja, los amigos, nuestra mascota o de plano de quien nos venga en gana
existen también los sueños en los que no hay lógica alguna y podemos relajarnos mientras divagamos con alguna criatura o alebrige que nos divierte o por lo menos nos entretiene mientras realizamos algo que en la vida real nos es difícil o de plano imposible por más ganas que tengamos.

Aprovechemos entonces este espacio para hacer lo que creamos necesario y al mismo tiempo descansar un poco distrayendo la mente en algo que se puede disfrutar sin límites lo que a su vez nos llena de energía y ya con las pilas cargadas continuamos enfrentando la realidad recordando que siempre habrá un lugar dentro de nosotros para recuperarnos de cualquier cosa elevando así nuestra autoestima y permitiéndonos ofrecerle una sonrisa diaria a la vida evitando así que la depresión se apodere de nosotros pues entre más seguros seamos de nosotros mismos cualquier dificultad será más pequeña y la solución a los problemas estará siempre más a la vista.





Eduardo Piña.

1 comentario:

  1. Hoola amiga, creo que a todos nos hace falta un refugio personal donde nos podamos sentir mejor y en total libertad y soñar es algo que ni la discapacidad ni nadie nos puede quitar, aunque sé que a veces es difícil siempre habrá algún momento para escaparnos y conseguir la fuerza para seguir adelante

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